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En busca de príncipes azules

Actualizado: 16 nov 2019


Los príncipes azules no aparecen solo en los cuentos de hadas ni en las películas, también los hay en la vida real. Algunos/as habréis visto a algún "príncipe azul" que ha durado solo los primeros días de la relación. Pues algo así ocurre también en el mundo animal, hay algunos príncipes azules que solo duran unos días o incluso horas.

Y esto es lo que fuimos a buscar en la República Checa, una marcha exprés al sur del país en la que fuimos Vojtech Víta, Daniel Koleska, Tomas Holer, Germán Franco y yo.


Después de una mañana bicheando por un parque a las afueras de Praga, nos pusimos en marcha. Con ansias de llegar y cruzando los dedos para poder encontrar lo que buscábamos.

Un trayecto en el que se atravesaban numerosos pasos de vía, aprovechando las esperas al paso del tren para buscar algún animalillo. En esta parada encontramos una lagartija de turbera (Zootoca vivipara), un reptil muy interesante porque esta especie en la mayoría de sus poblaciones no pone huevos (si en poblaciones de España).


Al final llegamos a nuestro destino, y tras una caminata oyendo unos coros, llegamos a la fuente de estos sonidos, unas grandes charcas. Se oían dos especies con claridad, los sapillos vientre de fuego (Bombina bombina) y los sapos de espuelas (Pelobates fuscus).

Sapillo vientre de fuego (Bombina bombina)

Sapo de espuelas (Pelobates fuscus)

Estas dos especies, muy bonitas y con rasgos muy interesantes, como el hábito de enterrarse cavando con las espuelas de sus patas traseras que dan nombre a P.fuscus, o el "unken reflex" de la Bombina, en el que muestra su parte inferior con un moteado naranja que indica su toxicidad (en Biología se denomina coloración aposemática), También pudimos ver algunos tritones comunes (Lissotriton vulgaris). Pero como podéis ver en las fotos, no es lo que estábamos buscando, no eran los príncipes azules.


Seguimos buscando por la charca con las botas de agua puestas, hasta que al fin encontramos un solitario príncipe azul.


Era un macho de rana campestre (Rana arvalis), una especie de rana parda que tiene algo muy especial, y es que durante unos pocos días al año, los machos se visten de príncipe azul. Esto se debe a los grandes coros que se forman, muchos machos llamando a las hembras, y ante tanto competidor, hay que marcar la diferencia, los machos se tornan de ese color azul para llamar la atención de las hembras.

Este año no ha sido el más propicio para ver los machos azules, ya que tiene que hacer buen tiempo durante unos días para las explosiones reproductivas, que se acumulen muchos machos y salgan estos machos azules, que se pueden tornar aún más azules que en la foto.


Rana campestre (Rana arvalis)

Sin embargo, aunque solo pudimos ver un macho azul, fue una experiencia única que se quedará en mi memoria. Una situación tan efímera y concreta que la hace increíble y le da un gran valor.


Como conclusión, podemos ver que en el mundo animal también hay algunos príncipes azules que duran tan solo unos días para después volver a la normalidad, siendo unos príncipes marrones, pero igualmente geniales.


Espero que os haya gustado esta primera entrada del blog, que iré actualizando cuando tenga un ratito y cosas chulas que contar.


Muchas gracias por leer esta pequeña aventura, ¡hasta la próxima!


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